El caso del poltergeist de Vallecas es un suceso documentado
En 1991, la familia Gutiérrez, que vive en el distrito de Vallecas en Madrid, informa a la policía sobre una serie de fenómenos extraños y violentos en su domicilio. Estos hechos, según su relato, comienzan después de que su hija adolescente, Estefanía, realice una sesión de ouija con unas amigas. La situación escala hasta incluir golpes, objetos que se mueven solos y una atmósfera de miedo constante en la vivienda.
La policía redacta un informe oficial sobre los hechos
Lo que convierte este caso en algo poco habitual es que la Guardia Civil elabora un atestado donde los agentes confirman que presenciaron algunos de estos fenómenos. En el documento se describe cómo una puerta se abrió sin causa aparente delante de ellos y cómo un crucifijo fue arrancado de la pared. Este informe oficial le da al suceso una dimensión pública y genera un amplio debate.
El desenlace trágico incrementa el misterio
El caso toma un giro sombrío cuando Estefanía Gutiérrez fallece en circunstancias que la autopsia inicial no logra aclarar del todo. Aunque luego se determina que la causa fue un edema pulmonar, la coincidencia con los fenómenos relatados alimenta las teorías paranormales. La familia siempre mantuvo un vínculo entre la sesión de ouija, la actividad en la casa y la muerte de la joven.
A veces, lo más aterrador no es lo que se ve en la oscuridad, sino lo que aparece escrito en un informe policial.
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