Por qué los testigos dan versiones distintas de un mismo suceso
La percepción humana no funciona como una cámara de video que registra eventos con precisión absoluta. Cuando varias personas presencian un acto, cada una procesa la información de manera única, influenciada por sus experiencias previas, expectativas y estado emocional en ese momento. El cerebro no solo capta lo que ve, sino que también rellena vacíos con información almacenada, lo que puede llevar a diferencias significativas entre los relatos.
Factores que afectan la percepción visual
La memoria y la atención juegan un papel crucial en cómo recordamos los detalles. Factores como la distancia al evento, la iluminación, el ángulo de visión y la duración del acto pueden alterar lo que cada testigo percibe. Además, elementos como el estrés o el miedo durante el suceso nublan la capacidad de retener información precisa, haciendo que algunos detalles se exageren mientras otros se omiten por completo.
Influencia de las expectativas y el sesgo cognitivo
Nuestras creencias y experiencias pasadas moldean activamente lo que creemos haber visto. Si un testigo espera ver ciertas características basadas en estereotipos o contextos previos, es probable que su cerebro ajuste los recuerdos para que coincidan con esas expectativas. Esto explica por qué dos personas pueden describir la ropa, estatura o incluso el rostro de un individuo de formas contradictorias, sin que necesariamente mientan.
A veces, lo más confiable de un testimonio es su inconsistencia, porque demuestra que al menos estamos hablando de humanos y no de clones programados. Claro, sería más fácil si todos viéramos lo mismo, pero entonces los abogados tendrían menos trabajo.
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