Yo soy firme defensor del homescholing, del cheque escolar, y cualquier iniciativa individual, que garantizando unos conocimientos que permitan al niño estar en igualdad de oportunidades frente a sus semejantes, permitan la máxima libertad ideológica, religiosa y flexibilidad y adaptabilidad al susodicho.Pero no hay que comerse el coco con ese tema. Eso lo arregla el cheque escolar. Cada familia escoge, lo que interesa y donde sabe que le van a dar un mejor servicio.
Pero algo tiene que haber que se nos escapa, Solimán.
Lo que pasa es que no hemos sido ungidos con la luz de la verdad.
A ver si alguien nos saca del atolladero.