El primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional de Libia, Abdul Hamid Dbeibé, confirma que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohamed Ali Ahmed al Hadad, ha muerto. El accidente del avión que lo transportaba ocurrió este martes cuando regresaba de una visita oficial a Turquía. En el vuelo viajaban otras cuatro personas, cuyas identidades no se han hecho públicas de inmediato. Las autoridades libias no han especificado aún las causas exactas del siniestro ni el lugar donde se produjo. La noticia supone un golpe significativo para la frágil estabilidad del país norteafricano, que intenta unificar sus instituciones tras años de conflicto.


El viaje oficial que terminó en tragedia

La delegación libia se encontraba en Turquía para mantener conversaciones de carácter oficial. El general Al Hadad, una figura clave en la estructura castrense del Gobierno de Unidad con sede en Trípoli, volvía a territorio libio cuando su aeronave se estrelló. El primer ministro Dbeibé fue quien informó del suceso a través de un comunicado breve. La pérdida del máximo responsable militar complica los esfuerzos por reorganizar y unificar a las fuerzas armadas del país, un proceso que ya enfrentaba numerosos obstáculos políticos y de seguridad.

Reacciones y contexto de inestabilidad

Este incidente ocurre en un momento de gran tensión política en Libia, donde dos gobiernos rivales pugnan por el control del territorio. La comunidad internacional reconoce al ejecutivo de Dbeibé, pero el parlamento con sede en el este del país apoya a otro primer ministro. La muerte de una figura militar de tan alto rango puede generar un vacío de poder en el sector de la defensa y alterar el precario equilibrio actual. Se espera que en las próximas horas se ofrezcan más detalles sobre las circunstancias del accidente y se anuncien los protocolos de sucesión al mando del ejército.

La ironía de que un viaje para fortalecer lazos y buscar estabilidad termine de forma tan abrupta y trágica no pasa desapercibida en un país acostumbrado a los giros del destino.