La cadena de almacenes Costco avanza con un plan para ampliar de forma significativa su red de estaciones de servicio en el estado de California. Esta estrategia de crecimiento, que busca instalar nuevas bombas de combustible en varias ubicaciones, no ha sido recibida con entusiasmo por todos. Incluso entre su base de clientes más fieles, conocida por su lealtad a la marca, ha surgido un notable descontento.


La reacción de los clientes genera controversia

La indignación se centra en preocupaciones medioambientales y de tráfico. Muchos residentes y clientes argumentan que agregar más gasolineras contradice los esfuerzos estatales para reducir las emisiones y fomentar los vehículos eléctricos. Temen que estas expansiones aumenten la congestión vehicular en zonas ya saturadas y afecten negativamente a la calidad del aire local. Foros en línea y redes sociales muestran discusiones acaloradas donde miembros habituales de Costco expresan su decepción.

Los argumentos a favor de la expansión

Por su parte, Costco defiende su plan al señalar que responde a la alta demanda de sus clientes actuales, quienes buscan combustible a precios competitivos. La empresa argumenta que sus estaciones suelen ofrecer precios más bajos, lo que alivia el gasto familiar. Además, subraya que cumple con todas las normativas y permisos requeridos, y que sus nuevas instalaciones incorporarán tecnología moderna para gestionar emisiones y seguridad.

Irónicamente, algunos de los mismos clientes que llenan sus carros con productos a granel para ahorrar, son los que ahora se oponen a que la empresa expanda otro de sus servicios más populares para ahorrar.