No negareis que ha sido un plan perfecto:
1) allánar el terreno legislativo para la burbuja más grande que el hombre haya conocido.
2) vender la locura inmobiliaria como el negocio burgués del s.xxi, vivienda en propiedad es valor seguro, es negocio, es vivir como los duques sin dar un palo al agua.
3) absoluta falta de control (ya no digamos previsión), piestoleros autónomos a patadas, mano de obra inmigrante barata, la banca alegremente repartiendo billetes por encima de sus posibilidades (el negocio de la usura) a gente ansiosa por vivir encima de sus posibilidades (o las de su vecino, según el caso)
4) estallido de la burbuja, recortes, rescates, pánico psicológico social y paulatino, drama social cada vez más cercano, dignidad laboral y humana por los suelos (más negocio para los compadres de la juerga apodados mercados), aumentan simultáneamente el mercado del lujo y los comedores sociales.
5) solución: banco malo (demolición de viviendas nuevas que tanto han costado y tanto daño han causado para poner eurovegas), unión bancaria (mede), austeridad - Para no olvidarnos que somos unos s desgraciados mientras se privatiza absolutamente todo (este es el verdadero negocio).
Así, después de 5 años y un par de suicidios se hace el hamago de preocupación, se bien de moralidad y los medios de comunicación con mínimo 10 años de retraso empiezan a informar y ni con esas son de fiar, cómplices embusteros socios de bilderberg.
Solbes vendió el oro, para colmo, inútil o tío, meses antes del comienzo del desplome. Entre verdaderos traidores y demonios, algún inútil desgraciado, España ya es oficialmente el paraíso bananero de los multimillonarios neoliberalistas que repiten sus hazañas a lo largo y ancho del planeta, durante décadas, desgastando y degenerando al ser humano, a los estúpidos gentiles que jugamos a su juego. Sí amigos, nosotros con nuestras debilidades somos los causantes en lo más profundo, de toda esta sinrazón. Nuestro único y verdadero poder cuasi-democrático no es votar sino consumir, comprar. Con ello es con lo que realmente emitimos nuestro voto, expresamos lo que deseamos a los verdaderos políticos.
Somos nosotros los que en el fondo no queremos cambiar, ya que somos presa de nuestros deseos y ambiciones más íntimos. No es populismo, estoy hablando de ciencia pura. Esto es un tren que va a toda ostia y sin frenos. No lo digo por la crisis sino porque las cosas son así, tanto si estamos todos desempleados como si tuviésemos el estándar de noruega.
Nos gobiernan psicópatas (patocracia, ponerología política) representados por estúpidos, cobardes y traidores corruptos que nosotros mismos elegimos (y nos va la marcha porque creemos que esto es la panacea, cegados por el dichoso iPhone).
Editado con párrafos.