La UE impone multas por usar baterías de arranque en coches eléctricos
La Unión Europea comienza a sancionar a los fabricantes de automóviles que equipen sus vehículos eléctricos con una batería auxiliar de 12 voltios de plomo-ácido. Esta medida forma parte de la normativa Euro 7, que busca reducir las emisiones contaminantes en todo el ciclo de vida del coche. La batería de arranque tradicional, que se usa para sistemas de bajo consumo, contradice el principio de cero emisiones.
Las multas buscan acelerar la innovación técnica
La regulación obliga a los fabricantes a buscar alternativas, como baterías de litio de 12 voltios o integrar las funciones de arranque en el paquete de alta tensión principal. El objetivo es eliminar el uso de plomo, un material contaminante. Las empresas que no adapten sus diseños enfrentan sanciones económicas que pueden afectar su competitividad en el mercado europeo.
La industria automotriz debe rediseñar sus sistemas eléctricos
Este cambio técnico supone un desafío para los ingenieros, que deben garantizar la seguridad y la fiabilidad del suministro eléctrico sin la batería de respaldo tradicional. Los nuevos sistemas necesitan gestionar la energía de forma más eficiente para alimentar computadoras, iluminación y sistemas de seguridad cuando el vehículo está apagado. La transición implica revisar la arquitectura eléctrica completa.
Algunos conductores añoran el clásico click-click de un motor que no arranca, pero en el futuro el silencio será absoluto: ni ruido del motor principal, ni de la batería auxiliar que lo intenta salvar.
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