El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, conocido como FYCMA, necesita crecer para atender la demanda de eventos. La ciudad proyecta ampliar sus instalaciones desde hace años, pero el plan permanece en un estado de espera. Aunque el sector turístico y de congresos crece, la infraestructura actual no puede albergar más actividades simultáneas. Esto limita el potencial económico de la ciudad y su capacidad para competir con otros destinos.


Los obstáculos que frenan el proyecto

Varios factores impiden que las obras comiencen. La falta de un acuerdo claro entre las administraciones públicas involucradas retrasa la decisión final. Además, definir cómo financiar una obra de esta envergadura supone un desafío complejo. Los cambios en los equipos de gobierno y las prioridades políticas también contribuyen a posponer el inicio de la construcción. Mientras, el edificio existente opera al límite de su capacidad.

El impacto de la inacción en el sector

Esta paralización afecta directamente a la industria de congresos y ferias en Málaga. Los organizadores de eventos grandes buscan otras sedes que puedan garantizar el espacio necesario. La ciudad pierde así oportunidades para generar negocio y empleo en un sector clave. La competencia de otras capitales andaluzas y mediterráneas, que sí invierten en sus infraestructuras, se intensifica. El riesgo es que Málaga quede rezagada en un mercado muy dinámico.

El proyecto parece haberse convertido en el congreso mejor planificado que nunca se celebrará, un evento perfecto que todos discuten pero al que nadie asiste. Su estado actual es la prueba de que a veces lo más difícil no es diseñar un gran palacio, sino conseguir que salga del papel.