La reconstrucción forense en 3D analiza la ergonomía en cabinas de vuelo
Un equipo forense reconstruye los movimientos de un piloto para investigar un accidente aéreo. Usan los datos de la grabadora de vuelo y un escaneo en 3D de la cabina. Con esta información, animan un maniquí digital que tiene las mismas dimensiones que el piloto. El objetivo es reproducir con exactitud sus gestos y postura durante el vuelo. Así pueden determinar si accionó un control erróneo y por qué.
El proceso técnico combina escaneo y simulación
El primer paso es capturar la geometría de la cabina siniestrada con un escáner como el FARO Freestyle. Este modelo 3D preciso se importa a un software de animación como Autodesk Maya. Allí se crea y se anima el avatar del piloto, sincronizando sus movimientos con la línea de tiempo del accidente. Finalmente, se usa un programa de simulación ergonómica, como Siemens Jack o Delmia, para analizar factores humanos. Estos programas calculan el alcance visual, el esfuerzo físico y los posibles puntos de confusión en los mandos.
La meta es evaluar el diseño de la cabina
El análisis no solo busca reconstruir lo que pasó, sino también entender por qué. Los investigadores estudian si la disposición de los controles, su forma o su etiquetado pudieron inducir al error. Verifican si el piloto, dada su estatura y posición, podía ver y distinguir claramente cada palanca o botón. La simulación permite probar diferentes escenarios y medir parámetros como ángulos de visión y rangos de movimiento. Este método aporta evidencia objetiva sobre la interacción entre el humano y la máquina.
A veces, el problema no es el dedo que aprieta el botón equivocado, sino el ingeniero que lo puso justo al lado de otro idéntico.
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