El Grupo Volkswagen, con su amplio portafolio de marcas, desarrolla y vende vehículos que usan casi todos los sistemas de propulsión disponibles. Desde motores de combustión interna tradicionales hasta híbridos, eléctricos puros y pilas de combustible, la corporación alemana cubre un espectro tecnológico muy amplio. Esta estrategia le permite atender mercados y regulaciones diversas en todo el mundo. Sin embargo, una tecnología que ya es popular en China comienza a ganar más atención dentro de la propia empresa.


Los eléctricos de rango extendido ganan terreno en China

En el mercado chino, los vehículos eléctricos de rango extendido, a menudo llamados EREV o serie-híbridos, registran un éxito notable. Estos automóviles funcionan principalmente con un motor eléctrico alimentado por una batería. Un motor de gasolina pequeño actúa solo como generador para recargar la batería cuando se agota, sin conectar directamente a las ruedas. Este esquenso resuelve la ansiedad por la autonomía que algunos conductores aún perciben con los eléctricos puros, al ofrecer una reserva de energía que se reposta rápido.

La tecnología china podría convencer a los ingenieros alemanes

La eficacia y aceptación de los eléctricos de rango extendido en China plantea un caso de estudio para Volkswagen. Los ingenieros y estrategas en Alemania analizan con más interés esta arquitectura. Consideran que puede ser una solución pragmática de transición en mercados donde la infraestructura de carga rápida aún se despliega. No se trata de abandonar el desarrollo de eléctricos puros, sino de añadir una opción que combine emisiones cero en trayectos diarios con la flexibilidad de un viaje largo ocasional.

Mientras algunos puristas debaten si llevar un motor de gasolina a bordo es un paso atrás, muchos conductores simplemente valoran no tener que planificar cada viaje largo alrededor de un cargador. Al final, el mercado decide qué tecnología prevalece, y por ahora los números en China hablan claro.