Que actualmente los estudios prefieran animar en 3d se debe en parte al entusiasmo por la nueva tecnología, pero creo que también a que el proceso de animación en 3d optimiza mejor los recursos.
Para animar una película en 2d con la calidad de la época clásica de Disney [Blancanieves, bella durmiente, cenicienta] necesitabas un equipo de dibujantes para diseñar los personajes y dibujar los fotogramas clave y un centenar de dibujantes que se ocupaban de los fotogramas de transición entre esos fotogramas clave. Si la película tenía éxito y querías hacer una secuela, lo único que podáis aprovechar de la primera eran los escenarios, los personajes había que dibujarlos de nuevo.
En una película en 3d, pongamos por caso Shrek, diseñar los personajes y modelar lleva su tiempo, también necesitas expertos en iluminación y efectos especiales, pero el trabajo pesado lo hacen los ordenadores, no dibujantes, y cuando haces la secuela puedes reutilizar los personajes que ya tienes modelados.
El 3d también permite efectos de cámara que en la animación 2d eran posibles, pero difíciles de resolver. Imaginen la escena final del resplandor, la persecución en el laberinto y la cámara subjetiva, animada en 2d. La única forma segura de no cometer una pifia sería filmar la escena con personajes reales y dibujar sobre los fotogramas, pero en 3d basta con asignarle un recorrido a la cámara y el ordenador se ocupa del resto.