La empresa spin-off universitaria ExoSpin desarrolla un exoesqueleto lumbar rotativo y pasivo. Este dispositivo asiste al usuario cuando debe girar el torso de manera repetitiva en su trabajo. El sistema transfiere parte de la carga mecánica que genera el giro desde la columna vertebral hacia la estructura de la cadera. De este modo, busca proteger la zona lumbar durante tareas que exigen torsión.


El dispositivo opera sin motores y se adapta al movimiento

El exoesqueleto es pasivo, lo que significa que no incorpora motores ni baterías. Utiliza componentes elásticos y un mecanismo que almacena energía cuando el usuario inicia un giro. Luego, libera esa energía para asistir en el retorno a la posición neutral o en el siguiente movimiento de torsión. Se ajusta al cuerpo y permite un rango de movimiento natural, sin entorpecer al operario cuando no necesita asistencia.

Su aplicación se centra en entornos industriales y sanitarios

Está pensado para trabajos que requieren girar con frecuencia, como en líneas de montaje, estaciones de empaquetar o en labores de enfermería donde hay que mover pacientes. Al reducir el esfuerzo que realizan los músculos de la espalda, pretende disminuir la fatiga y el riesgo de sufrir lesiones por movimientos repetitivos. La tecnología surge de investigaciones en biomecánica y robótica blanda.

Un giro inesperado: quizás el mayor giro de tu jornada sea quitarte el exoesqueleto al final del turno.