Un equipo de la Universidad de Mälardalen en Suecia desarrolla ExoMjolnir, un exoesqueleto de cuerpo completo pensado para aliviar la carga física de los trabajadores de la construcción. Este sistema pasivo no usa motores ni baterías, sino que se basa en un mecanismo de resortes y cables que almacena energía cuando el usuario realiza un movimiento y la libera para asistir en el siguiente. El diseño busca reducir la fatiga muscular en tareas repetitivas como martillear, manipular herramientas pesadas o mantener posturas incómodas durante periodos largos.


El sistema pasivo almacena energía con resortes y cables

El principio de funcionamiento es mecánico. Cuando un trabajador levanta un martillo, por ejemplo, los resortes en el exoesqueleto se tensan y acumulan energía potencial. Al descender el martillo, el sistema libera esa energía, añadiendo fuerza al golpe y reduciendo el esfuerzo que los músculos del brazo y el hombro deben ejercer. Este ciclo de carga y descarga se repite con movimientos cíclicos, haciendo que el equipo sea más ligero y barato que los exoesqueletos activos motorizados.

Su objetivo es mitigar la fatiga en oficios exigentes

El proyecto prioriza la ergonomía y la prevención de lesiones laborales a largo plazo. Al soportar parte de la carga en articulaciones clave como hombros, codos y espalda baja, el dispositivo puede ayudar a prevenir trastornos musculoesqueléticos comunes en el sector. Los investigadores trabajan para que el prototipo final sea robusto, permita libertad de movimiento y tenga un coste lo suficientemente bajo como para que las empresas puedan adoptarlo.

Aunque su nombre evoca el martillo de Thor, por ahora solo ayuda a clavar clavos, no a derrotar gigantes. Es un recordatorio de que la tecnología más útil a veces es la que simplemente hace el trabajo diario un poco menos agotador.