Una tomografía computarizada, o TC, es un procedimiento que combina una serie de radiografías tomadas desde distintos ángulos. Un ordenador procesa estas imágenes para crear cortes transversales, o secciones, de los huesos, vasos sanguíneos y tejidos blandos del interior del cuerpo. Estas vistas transversales ofrecen más información que una radiografía convencional.


Así funciona el proceso de captura

El paciente se acuesta en una mesa que se desliza hacia el interior de un anillo grande llamado gantry. Este anillo contiene un tubo de rayos X que gira a gran velocidad alrededor del cuerpo. Al girar, emite haces delgados de rayos X que atraviesan el cuerpo y son captados por detectores en el lado opuesto. El ordenador recibe estos datos y usa algoritmos matemáticos para construir una imagen detallada en dos o tres dimensiones.

Para qué se usa esta tecnología

Los médicos solicitan una TC para diagnosticar enfermedades, planificar tratamientos médicos o quirúrgicos, y guiar procedimientos como biopsias. Es muy útil para examinar rápidamente a personas que pueden tener lesiones internas por accidentes de tráfico u otros tipos de trauma. También permite visualizar tumores, coágulos de sangre, infecciones y el alcance de enfermedades como la osteoporosis.

A diferencia de lo que algunos piensan, la máquina no es un escáner mágico que revela tus pensamientos, solo muestra con gran detalle lo que ya tienes dentro, para bien o para mal.