El Gaussian Curvature Flow es un algoritmo que procesa mallas para suavizar superficies. Este método se basa en cómo la curvatura gaussiana, una propiedad intrínseca de la geometría, fluye a través de la malla. Al hacerlo, regula la superficie de manera más natural que los enfoques de suavizado Laplaciano tradicionales. Preserva mejor las características geométricas esenciales de la malla original durante el proceso.


Cómo funciona el flujo intrínseco

El algoritmo opera moviendo cada vértice de la malla en una dirección definida por su curvatura gaussiana local. A diferencia del flujo de curvatura media, que puede aplanar o encoger la superficie, el flujo gaussiano tiende a evolucionar la malla conservando su estructura intrínseca. Esto significa que propiedades como las áreas y los ángulos se distorsionan menos. El resultado es un suavizado que mantiene mejor los bordes agudos y los detalles finos que otros métodos pueden desdibujar.

Ventajas sobre el suavizado Laplaciano

Los métodos Laplacianos estándar suavizan la malla calculando un promedio de las posiciones de los vértices vecinos. Aunque son rápidos, a menudo hacen que la malla se encoja y pierda volumen, además de difuminar características importantes. El flujo de curvatura gaussiana mitiga estos problemas porque su evolución depende de una propiedad geométrica fundamental. Es especialmente útil en tareas como remallar, reparar modelos escaneados o preparar mallas para simular físicas, donde mantener la integridad geométrica es crucial.

A veces, suavizar tanto una malla puede hacer que un modelo agresivo parezca demasiado amigable, perdiendo su esencia intimidante en el proceso.