Charles Fort recopila datos anómalos en The Book of the Damned
Publicado en 1919, The Book of the Damned de Charles Fort compila miles de eventos que la ciencia oficial ignora. Fort reúne informes sobre lluvias de animales, luces extrañas y desapariciones inexplicables. Su trabajo no intenta explicar estos fenómenos, sino que cuestiona cómo la ciencia establece lo que es real. El libro funciona como un archivo de lo imposible, un catálogo de excepciones que desafían cualquier sistema de creencias.
El método de Fort prioriza las preguntas sobre las respuestas
El autor evita proponer teorías definitivas. En su lugar, acumula casos uno tras otro, creando un efecto de perplejidad. Su estilo es irónico y caótico, imitando el torrente de datos que maneja. Fort se deleita en señalar las contradicciones y los dogmas del conocimiento establecido. El lector no encuentra conclusiones, sino una invitación a dudar de todo relato oficial sobre la naturaleza.
La obra funda una tradición de investigar lo inexplicable
Este libro se considera el punto de partida para estudiar fenómenos anómalos de forma sistemática. Su enfoque influye directamente en áreas como la ufología y la cripto-zoología décadas después. Fort demuestra que lo que se descarta como absurdo puede merecer una mirada más atenta. Su legado es una actitud: la de recopilar lo que no encaja, preservando el misterio frente a la explicación prematura.
El verdadero protagonista del libro podría ser la propia incompetencia de los expertos para admitir que a veces llueven peces, y punto.
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