Virgin Hyperloop One emplea la fabricación aditiva para producir partes clave de sus prototipos. La tecnología permite crear geometrías complejas que son difíciles o imposibles de lograr con métodos tradicionales. Esto resulta esencial para diseñar componentes que sean a la vez ligeros y resistentes, un requisito fundamental para el sistema de transporte de alta velocidad.


Los materiales incluyen metales y polímeros de alto rendimiento

Los ingenieros utilizan aleaciones de aluminio y titanio, así como compuestos poliméricos avanzados, para imprimir estos elementos. La elección del material depende de la función específica de cada pieza. Las aleaciones metálicas se destinan a soportes estructurales y sistemas de levitación, mientras que los polímeros reforzados pueden usarse para conductos internos y carenados aerodinámicos.

Las piezas buscan eficiencia aerodinámica y reducción de masa

Los componentes impresos abarcan desde soportes para el sistema de levitación magnética hasta conductos que gestionan el flujo de aire dentro de la cápsula. Al integrar estas piezas, se optimiza la forma general del vehículo para minimizar la resistencia. Reducir el peso total es una prioridad, ya que afecta directamente a la energía que se necesita para acelerar y mantener la velocidad.

Parece que la próxima vez que alguien diga que su impresora 3D es solo para juguetes, podremos señalar que también sirve para fabricar partes de un tren supersónico en un tubo.