Este algoritmo parte del Bidirectional Path Tracing (BDPT) y se diseña para resolver escenas donde la luz viaja por caminos muy complejos. En lugar de generar rayos completamente nuevos de forma aleatoria, el MLT funciona de manera diferente. Toma caminos de luz que ya han demostrado capturar energía y los muta. Esto significa que realiza pequeñas modificaciones aleatorias sobre esas trayectorias exitosas para explorar zonas del espacio de soluciones que son difíciles de alcanzar. De esta forma, el algoritmo explora de manera más inteligente las configuraciones de iluminación complejas, como las causadas por iluminación indirecta, materiales especulares o medios participativos.


Cómo funciona el proceso de mutación

El núcleo del algoritmo es una cadena de Markov. Comienza con un conjunto inicial de caminos de luz. Luego, en cada iteración, selecciona uno de estos caminos y aplica una mutación, como modificar ligeramente la dirección de un rayo o cambiar un punto de intersección. Se evalúa la contribución de este nuevo camino mutado. Si la mutación mejora el resultado, el nuevo camino se acepta y reemplaza al anterior en la cadena; si no, puede rechazarse o aceptarse con una probabilidad controlada. Este proceso se repite millones de veces, permitiendo que el render converja lentamente hacia una solución que captura incluso los efectos de iluminación más sutiles y complicados.

Ventajas y consideraciones prácticas

La principal ventaja del MLT es su capacidad para muestrear eficientemente fenómenos de luz que otros métodos pasan por alto, como las caústicas brillantes o la iluminación a través de pequeñas aberturas. Sin embargo, no es una solución universal. Su convergencia puede ser ruidosa al inicio y el tiempo para obtener una imagen limpia es alto. Además, implementarlo correctamente requiere ajustar parámetros como el tamaño de paso de las mutaciones. Por esto, a menudo se combina con otros métodos, usando MLT para las partes más difíciles de la escena. Es un algoritmo potente pero que demanda más recursos de procesar.

El verdadero desafío no es solo esperar a que el ruido desaparezca, sino mantener la cordura mientras observas cómo tu ordenador procesa, durante horas, mutaciones de un rayo de luz que se reflejó en una tetera para iluminar, milimétricamente, la sombra bajo una mesa.