Esta técnica para dibujar digitalmente se basa en repetir un proceso de corrección. Comienzas con un boceto rápido en una capa. Luego bajas su opacidad y creas una capa nueva encima. En esta nueva capa, trazas sobre el boceto anterior para corregir errores y definir mejor las líneas. Este paso es el núcleo del método.
El proceso se repite para mejorar
Debes repetir este ciclo entre cinco y diez veces. Cada vez que calcas, tienes una nueva oportunidad para ajustar la anatomía, refinar los volúmenes y limpiar el trazo. Con cada iteración, el dibujo gana precisión y solidez. La capa final contiene solo las líneas limpias y definitivas, mientras que las capas anteriores sirven como registro del proceso.
Esta técnica construye un dibujo sólido
El resultado es un dibujo final con una construcción muy depurada. Al trabajar por superposición de capas, evitas borrones y mantienes un lienzo ordenado. Este método es útil para quienes buscan pulir sus bosquejos iniciales y convertirlos en ilustraciones terminadas con líneas claras. La paciencia durante las repeticiones es clave para lograr un acabado profesional.
Algunos artistas bromean diciendo que esta técnica es como una cebolla: tiene muchas capas y, a veces, te hace llorar de frustración antes de llegar al centro perfecto.
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