Lockheed Martin fabrica estructuras internas con impresión 3D para vuelo hipersónico
Lockheed Martin Skunk Works emplea la fabricación aditiva para producir componentes críticos en vehículos que vuelan a más de Mach 5. Las condiciones extremas de temperatura y presión exigen materiales avanzados y diseños complejos. La impresión 3D permite usar aleaciones de titanio y níquel que resisten el calor intenso. Este método construye piezas que serían imposibles de mecanizar con técnicas tradicionales.
Las celosías biónicas y los canales integrados reducen peso
El diseño interno de estos componentes imita estructuras naturales eficientes. Se crean celosías biónicas que ofrecen una gran rigidez con una masa mínima. Además, se integran directamente canales internos para refrigerar el componente. Esto disipa el calor generado por la fricción atmosférica durante el vuelo. El resultado es una estructura más ligera y capaz de soportar el estrés térmico.
El proceso optimiza la resistencia y gestiona el calor
La impresión 3D de metal funde el material capa por capa siguiendo un modelo digital. Esto permite controlar con precisión la densidad y geometría interna de la pieza. Se optimiza la distribución del material solo donde se necesita resistencia estructural. Los canales de refrigeración forman parte del diseño original y no requieren unir piezas. Así se evitan puntos débiles y se mejora la fiabilidad general del componente.
Aunque imprimir una pieza para un avión hipersónico suena a ciencia ficción, el verdadero desafío es que no se derrita antes de terminar de leer este artículo.
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