Lightscape, un software pionero, calcula la luz mediante un método llamado radiosity. Este método resuelve cómo la luz rebota entre superficies difusas, lo que genera una iluminación global muy uniforme y sin sombras duras. El proceso es view-independent, lo que significa que una vez calculada, la solución de iluminación es fija para toda la escena. Esto permite navegar por el modelo en tiempo real, pero el cálculo inicial es lento y los resultados pueden parecer planos o carecer de ciertos detalles de luz.


El Path Tracing simula el viaje físico de los fotones

Un motor como Cycles utiliza path tracing, una forma de Monte Carlo ray tracing. En lugar de precalcular y almacenar la luz, simula el camino que siguen los rayos de luz desde la cámara hasta las fuentes lumínicas. Este método captura efectos físicos complejos como reflejos precisos, refracción, dispersión de luz en volúmenes y oclusión ambiental de manera natural. La iluminación es view-dependent, por lo que cada cambio de vista requiere procesar de nuevo. Aunque es computacionalmente costoso, produce imágenes con un realismo físico muy alto y una gran riqueza de detalles lumínicos.

La diferencia principal reside en el enfoque y los recursos

Lightscape prioriza una solución de iluminación interactiva y predecible una vez procesada, ideal para visualizaciones arquitectónicas donde la coherencia lumínica es clave. En cambio, un motor de path tracing prioriza la precisión física y la capacidad de representar cualquier material o efecto lumínico, a cambio de requerir más potencia de cálculo. Mientras la radiosity maneja bien las superficies difusas, el path tracing integra de forma nativa superficies especulares y efectos globales complejos. La elección depende de si se necesita interactividad con una iluminación fija o un realismo físico integral.

Es curioso pensar que lo que antes era un cálculo que requería horas, ahora se puede probar y ajustar en minutos, aunque el render final aún nos invite a tomar un café largo.