Este sábado, los futbolistas españoles Sergio Busquets y Jordi Alba ponen fin a sus trayectorias profesionales. Lo hacen tras conquistar el título de la Major League Soccer (MLS) con el Inter de Miami. Ambos jugadores deciden retirarse después de una larga etapa en el fútbol de élite, que abarca veinte y dieciocho años respectivamente. Durante este tiempo, acumulan un amplio palmarés que incluye sesenta títulos en total. De estos trofeos, cincuenta los logran vistiendo la camiseta del FC Barcelona, club al que permanecen ligados durante la mayor parte de sus carreras. Además, suman cuatro entorchados con la selección española. Su legado en ambos equipos los sitúa como figuras relevantes en la historia reciente de estas instituciones.


Una trayectoria marcada por el éxito colectivo

La carrera de ambos jugadores se define por su capacidad para integrarse en proyectos ganadores. Su paso por el FC Barcelona coincide con una de las etapas más exitosas del club, donde forman parte de un equipo que domina el fútbol nacional e internacional. Con la selección española, también contribuyen a un periodo histórico, logrando títulos de gran relevancia. Su etapa en la MLS, aunque más breve, culmina con otro éxito al alzar el trofeo de campeón. Este último logro sirve como colofón a dos trayectorias extensas y llenas de triunfos colectivos.

El legado en el Barcelona y la selección

Tanto Busquets como Alba dejan una huella importante en el FC Barcelona y en la selección española. En el club catalán, participan en numerosas conquistas de LaLiga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones, entre otras competiciones. Con la selección, forman parte del equipo que gana la Eurocopa y el Mundial. Su estilo de juego y su longevidad en la alta competición les permiten ser recordados como jugadores clave en las alineaciones de sus equipos durante más de una década.

Ahora, tras colgar las botas, solo queda preguntarse quién se encargará de recoger las banderillas de córner que Alba lanzaba con tanta precisión y quién ocupará ese espacio en el centro del campo que Busquets parecía controlar sin moverse.