Investigadores de la Universidad de Cornell desarrollan el OrigaBot, un robot que parte de una lámina plana y se convierte en un dispositivo móvil y funcional. El proceso de autoplegado se activa al aplicar calor, lo que hace que los materiales con memoria de forma se contraigan en puntos específicos. Este enfoque permite crear robots versátiles y de bajo coste, ya que se fabrican con técnicas simples como el corte por láser.


El proceso se basa en materiales inteligentes

La lámina plana incorpora circuitos flexibles y bisagras de un polímero especial que reacciona al calor. Al calentar estas bisagras, el material se contrae y dobla la estructura siguiendo un patrón predefinido, similar a las técnicas del origami. Una vez que el robot adopta su forma tridimensional, puede comenzar a desplazarse de manera autónoma usando actuadores incorporados.

Este concepto abre nuevas vías en robótica

El proyecto explora cómo fabricar robots blandos y reconfigurables que sean fáciles de producir, transportar y almacenar en un estado plano e inactivo. Esta metodología podría servir para crear enjambres de robots simples o dispositivos para operar en entornos de difícil acceso, donde su forma plana inicial es una ventaja logística.

Quizás el mayor desafío técnico no sea que el robot se pliegue, sino evitar que, al calentarse, intente doblarse en un avión de papel y se escape volando por la ventana del laboratorio.