Un pipeline forense reconstruye un campo de batalla antiguo
Los arqueólogos usan una estación total para medir con precisión la posición de cada hallazgo en el yacimiento. Registran coordenadas 3D de proyectiles, puntas de flecha y restos óseos. Este conjunto de datos espaciales forma la base para analizar el evento histórico.
Procesar los datos en un modelo 3D
Importan las coordenadas a Agisoft Metashape para generar una nube de puntos georreferenciada del terreno. Luego, usan QGIS para estudiar la distribución espacial de los hallazgos. Este análisis revela patrones como concentraciones de artefactos que señalan líneas de enfrentamiento o zonas de combate intenso.
Visualizar y analizar las trayectorias
En Blender, integran el modelo 3D del terreno con la ubicación de cada proyectil. Esto permite plantear hipótesis sobre trayectorias y ángulos de ataque. La visualización ayuda a comprender cómo se desarrolló la batalla, mostrando movimientos tácticos y puntos de conflicto clave.
Así que, si un arquero medieval erró el tiro, siglos después un software lo delatará al mostrar su flecha clavada lejos de cualquier resto óseo.
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