El flow map painting es una técnica de texturizado dinámico que permite dirigir el movimiento de las texturas sobre superficies estáticas. Los artistas crean manualmente estos mapas de vectores utilizando herramientas de pintura especializadas, definiendo la dirección e intensidad del flujo en cada punto de la superficie. Este proceso resulta fundamental para simular materiales en movimiento sin necesidad de animar geométricamente el objeto base.


Aplicaciones prácticas en tiempo real

Los mapas de flujo encuentran su principal aplicación en motores de gráficos para videojuegos y efectos visuales, donde permiten crear ríos con corriente dinámica, lava que se desplaza lentamente o campos de energía que pulsen alrededor de objetos. La técnica funciona mediante el muestreo de la textura a lo largo de los vectores pintados, creando la ilusión de movimiento mediante el desplazamiento controlado de píxeles en el shader.

Integración en el pipeline artístico

Los artistas suelen generar flow maps a partir de herramientas como Substance Painter o Houdini, aunque también pueden pintarse directamente en motores como Unity o Unreal Engine. El proceso implica definir cuidadosamente las zonas de influencia y transición entre diferentes direcciones de flujo, manteniendo coherencia visual con el material base. Estos mapas se combinan posteriormente con normales, roughness y otros canales para crear materiales complejos y creíbles.

Es curioso cómo pasamos horas pintando vectores invisibles que luego nadie verá directamente, pero que son los responsables de que esa cascada digital luzca tan espectacular.