Las tiendas despliegan ofertas con letreros gigantes que prometen rebajas de hasta un 70%, creando una ilusión de oportunidades irrepetibles. Los consumidores acuden en masa esperando encontrar precios drásticamente reducidos en toda la gama de productos, pero la realidad suele ser muy diferente al entrar al establecimiento o navegar por la web.


La estrategia del anzuelo

Esta táctica comercial se basa en destacar el porcentaje máximo de descuento posible, aunque solo se aplique a uno o dos artículos de stock limitado. El resto de productos muestra reducciones mínimas, generalmente entre el 5% y el 15%, o incluso mantiene su precio original. La psicología detrás de esta práctica cuenta con que el cliente, una vez dentro, compre otros items menos rebajados para justificar su visita.

El impacto en la experiencia del comprador

Los compradores dedican tiempo revisando catálogos y desplazándose a tiendas físicas con expectativas creadas por publicidad engañosa. Al descubrir la verdad, experimentan frustración y desconfianza hacia la marca. Esta decepción repetida genera escepticismo hacia futuras promociones y daña la relación a largo plazo entre empresa y consumidor.

Resulta curioso cómo ese producto estrella con descuento máximo siempre está agotado cuando llegas, pero encuentras montones de alternativas con precios cuestionables. Parece magia de marketing, donde el truco está en hacerte creer que fuiste demasiado lento para el chollo del siglo, mientras llenas el carrito con artículos que nunca pensaste comprar.