La reconstrucción forense 3D comienza con la adquisición de datos en campo, donde se emplean técnicas complementarias para garantizar la precisión. La fotogrametría terrestre con cámaras DSLR requiere un solapamiento del 70-80% entre fotografías para asegurar una reconstrucción completa. Paralelamente, se colocan fichas de escala y marcadores que proporcionarán referencia métrica durante todo el proceso. El escaneado láser 3D con registro de estaciones múltiples captura la geometría con alta precisión, mientras que las fotografías de referencia documentan texturas y detalles que enriquecerán el modelo final.


Procesamiento y modelado 3D

Una vez recopilados los datos, comienza la fase de procesamiento donde el material crudo se transforma en modelos utilizables. El software especializado alinea las fotografías y genera nubes de puntos densas que servirán como base para la creación de mallas poligonales. Estas mallas se texturizan de manera fotorrealista usando las fotografías de referencia, luego se limpian y optimizan mediante técnicas de decimación y retopología. El escalado preciso del modelo se realiza utilizando las referencias métricas capturadas en campo, garantizando que las dimensiones sean exactas.

Análisis y reconstrucción técnica

Los modelos 3D preparados se importan a software de animación y dinámicas para realizar reconstrucciones técnicas avanzadas. Las simulaciones físicas permiten recrear dinámicas complejas como salpicaduras mediante partículas o impactos usando cuerpos rígidos. El análisis de visibilidad y iluminación se realiza mediante renders desde perspectivas específicas que ayudan a comprender los eventos. El rigging básico de avatares permite recrear posiciones y movimientos de personas involucradas en los hechos bajo investigación.

Validación y presentación

La fase final contrasta los resultados de simulación con la evidencia física documentada para validar la precisión de la reconstrucción. Se generan animaciones explicativas o entornos interactivos que facilitan la comprensión de los eventos analizados. Los modelos y metadatos se exportan en formatos adecuados para su uso en peritaje judicial, manteniendo protocolos estrictos de integridad de datos que garantizan la admisibilidad legal de la evidencia digital.

Fase 1: Adquisición de Datos en Campo
Fotogrametría terrestre con cámara DSLR y solapamiento del 70-80%.
Colocación de fichas de escala y marcadores para referencia métrica.
Escaneado láser 3D con registro de estaciones múltiples.
Captura de fotografías de referencia para texturas y detalles.

Fase 2: Procesamiento y Modelado 3D
Alineación de fotos y generación de nube de puntos densa en software especializado.
Creación de malla poligonal y texturizado fotorrealista.
Limpieza y optimización de la malla (decimación y retopología).
Escalado preciso del modelo usando las referencias métricas.

Fase 3: Análisis y Reconstrucción Técnica
Importación del modelo 3D a software de animación y dinámicas.
Reconstrucción de dinámicas con simulaciones físicas (partículas para salpicaduras, cuerpos rígidos para impactos).
Análisis de visibilidad y iluminación mediante renders desde perspectivas específicas.
Rigging básico de avatares para recrear posiciones y movimientos.

Fase 4: Validación y Presentación
Contrastación de resultados de simulación con evidencia física documentada.
Generación de animaciones explicativas o entornos interactivos.
Exportación de modelos y metadatos para peritaje judicial.

Recuerda que en reconstrucción forense, un píxel fuera de lugar puede cambiar completamente el veredicto, así que revisa tus modelos tantas veces como sea necesario.