Entre los antiguos estantes de la biblioteca de la Universidad de Salamanca, una presencia etérea se manifiesta con inquietante regularidad. Estudiantes y bibliotecarios reportan haber escuchado susurros que recorren los pasillos como un eco perdido, voces que pronuncian nombres de alumnos que desaparecieron sin dejar rastro a lo largo de los años.


Los testimonios de los testigos

Los relatos coinciden en describir una figura translúcida que se desvanece entre las secciones de libros antiguos, particularmente en la zona de manuscritos del siglo XVI. Quienes han presenciado el fenómeno aseguran que el espectro no muestra rasgos faciales definidos, sino que aparece como una silueta humana difuminada que emite un resplandor tenue. Los susurros siempre mencionan nombres completos de estudiantes, algunos de los cuales aparecen registrados en archivos universitarios como casos sin resolver.

Investigaciones y teorías

El departamento de parapsicología de la universidad ha documentado más de cuarenta avistamientos en la última década, estableciendo patrones en las apariciones. La teoría más aceptada sugiere que se trataría del espíritu de un antiguo bibliotecario que busca dar respuestas sobre las desapariciones estudiantiles. Otras hipótesis apuntan a una manifestación colectiva de energía residual vinculada a los casos sin resolver. La administración universitaria mantiene una postura oficial escéptica, aunque ha restringido el acceso nocturno a las secciones más antiguas de la biblioteca.

Y lo más curioso es que este fantasma parece tener mejor asistencia a clase que muchos estudiantes vivos, nunca falta a su cita entre los estantes.