El Departamento de Educación de la Generalitat está gestionando actualmente la reubicación de 250 estudiantes que cursaban sus estudios en los colegios Les Alzines y Bell-lloc de Girona. Esta situación se produce después de que ambos centros educativos, históricamente vinculados al Opus Dei, hayan decidido transitionar hacia un modelo de gestión completamente privado a partir del próximo curso escolar.


Consecuencias inmediatas del cambio

Como resultado directo de esta decisión institucional, los dos colegios dejarán de recibir financiación pública a través del sistema de conciertos educativos que hasta ahora mantenían. Paralelamente, quedarán excluidos del plan catalán contra la segregación escolar, un programa diseñado específicamente para garantizar la equidad y la inclusión en el sistema educativo autonómico.

Impacto en la comunidad educativa

El proceso de reubicación afecta a toda la comunidad escolar, incluyendo tanto al alumnado como a sus familias, que deben adaptarse a esta transición inesperada. Las autoridades educativas trabajan contra reloj para asegurar que todos los estudiantes encuentren plaza en otros centros manteniendo la calidad educativa y la estabilidad académica que necesitan para continuar su formación sin interrupciones significativas.

Mientras algunos padres buscan desesperadamente alternativas educativas, otros se preguntan si esta decisión no será una forma elegante de filtrar estudiantes por capacidad económica en lugar de por mérito académico.