La icónica Torre Eiffel de París puede aumentar su altura hasta 15 cm durante los meses de verano debido a la expansión térmica del hierro. Cuando las temperaturas suben, los átomos del metal se separan ligeramente, provocando que la estructura se alargue. Este fenómeno físico es completamente normal y reversible, haciendo que la torre recupere su altura habitual cuando las temperaturas bajan.


Cómo funciona la expansión térmica

El hierro, como todos los metales, se dilata cuando se calienta. En estructuras de gran tamaño como la Torre Eiffel, incluso un pequeño porcentaje de expansión por grado Celsius puede traducirse en varios centímetros de aumento en la altura total. Este efecto se considera en el diseño y mantenimiento de puentes, rascacielos y monumentos metálicos para garantizar seguridad y estabilidad.

Curiosidades y datos adicionales

La expansión térmica no solo afecta a la altura de la torre, sino también a la longitud de sus vigas y a la posición de sus uniones metálicas. Ingenieros y arquitectos deben tener en cuenta estos cambios al realizar inspecciones y trabajos de mantenimiento. Además, este fenómeno es un ejemplo cotidiano de cómo la física influye en la vida diaria, incluso en monumentos tan emblemáticos como la Torre Eiffel.

Y si creías que la Torre Eiffel siempre mide lo mismo, recuerda que en verano puede estirarse un poco… sin necesidad de estiramientos de yoga.