Tengo dos alumnos cubanos, uno de 30 y el otro de 42 años. Llevan conmigo dos años y puedo asegurarte que lo que hablamos en clase nada tiene que ver con la felicidad que tú crees de ver por televisión en esos niños.
La gente vive en una dictadura, espera, que lo repito: una dictadura. Esto quiere decir libertad? Es irónico. Me da igual que uno crea que hace bien para su pueblo, siendo el que manda es el que administra poder judicial, es el que corta el bacalao y quien dice quién mola y quién no mola. El problema es no molar, y las consecuencias que ello conlleva. Dictadura que curiosamente sustituyó a otra. Cualquier dictadura es la misma, puedes llamarla comunista o nacionalsocialista es exactamente lo mismo. Uno manda, tú acatas, si no acatas, pagas. Otro dato curioso es la propia expresión dictadura comunista es que en sí mismo es una incongruencia.
Me encanta la gente que crítica el sistema capitalista cuando lo disfruta en todo momento, sin ser consciente (eso espero), pero cuando uno tiene impulsos de criticar, escupe contra el viento.
Vivimos en un sistema con un equilibrio que guste o no, es el que hay para poder disfrutar de los privilegios que ha diario nos hacen felices. Tener luz eléctrica, zapatillas a un precio competente, monitores led que molan mil, poder cagar sobre agua potable, son muchas de los privilegios que se gozan y a los que nadie quiere renunciar, pero es que, criticar es gratis, pero no se es consciente de lo que uno critica.
Libertad, como tal no hay, en ningún sitio, el mismo hecho de que existan leyes naturales, rompen con la libertad. Pero si tengo que elegir, prefiero poder criticar en la calle, en un bar, en mi casa o por internet diciendo lo que me place, que tener miedo por ver quién me vigila y nunca decir lo que siento por miedo, que es impresionante ver a un hombre de 42 años criticando encogido de hombros, agachando la cabeza y bajando el tono de voz, en una historia clase de dibujo en Madrid.
Y a nadie maltratan por criticar o dar su opinión, en este país digo. Otra cosa muy distinta es que se incumpla la ley, entonces uno se expone.
Claro que Cuba es un país tercermundista, por supuesto que lo es. Sus gentes son personas cultivadas, pero reprimidas, pero ni pueden gozar de privilegios como los entendemos nosotros ni pueden gozar de la capacidad de libre reunión ni de expresión, entre otras muchas cosas.