Velázquez es más técnico. Un retrato de Velázquez muestra la realidad física del modelo muy bien, pero poco más.
Goya es más artista. Un retrato de Goya me muestra la realidad física del modelo, tan bien como Velázquez, pero al cabo de un rato de mirar el retrato, los personajes de Goya empiezan a hablar de sí mismos. Su forma de ser está en el cuadro. Hay miradas de suficiencia, irónicas, tristezas, hay un montón de sugerencias psicológicas que Velázquez, magnífico técnico, no alcanza pintar porque su calidad humana como persona no tiene la talla de la de Goya.
Los cuadros de Velázquez, tras verlos en los libros de arte, en directo parecen faltos de color, y es porque o lo ha perdido o no lo tuvo. En los libros de arte a Velázquez le suben los colores en Adobe
Photoshop. A los de Goya no hace falta. Sus colores en directo se mantienen mucho mejor que los de Velázquez.
Históricamente, y a nivel humano, tampoco hay color. Velázquez era un trepa, un capullo, un ambicioso lameculos del poder.
Velázquez es un magnífico técnico, un gran profesional.
Goya es un friki.