La superficie marciana esconde secretos que poco a poco vamos descubriendo, y uno de los más fascinantes es la posible existencia de agua líquida bajo su helado permafrost. Investigaciones recientes sugieren que bajo las capas congeladas del planeta rojo podrían esconderse venas de agua salada que permanecen en estado líquido a pesar de las bajísimas temperaturas superficiales, creando microambientes potencialmente habitables donde la vida microbiana podría encontrar refugio. Este descubrimiento cambia por completo nuestra perspectiva sobre la habitabilidad de Marte, pues ya no miramos solo hacia su pasado acuoso sino hacia posibles oasis actuales bajo la superficie.


El mecanismo que mantiene el agua líquida

Lo extraordinario de este fenómeno es que funciona a través de un proceso llamado criosucción, donde las sales presentes en el suelo marciano actúan como anticongelante natural, bajando el punto de congelación del agua de manera similar a lo que ocurre en la Tierra con el agua de mar. Estas sales permiten que el agua permanezca líquida incluso a temperaturas muy por debajo de cero grados, formando una red de venas líquidas entre los cristales de hielo que podrían extenderse a varios metros de profundidad. El proceso se ve favorecido por la composición química del suelo marciano, rico en percloratos y otras sales higroscópicas que absorben humedad atmosférica y facilitan la formación de estas soluciones salinas líquidas.

Implicaciones para la búsqueda de vida

Estos ambientes subterráneos representan los lugares más prometedores para buscar vida actual en Marte, ya que ofrecen protección contra la radiación letal de la superficie y proporcionan tanto agua líquida como posibles nutrientes. Los científicos comparan estos entornos con ecosistemas terrestres similares que albergan microorganismos en condiciones extremas, como los valles secos de la Antártida o el permafrost siberiano. Las futuras misiones de exploración, incluyendo el rover Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea, están específicamente diseñadas para perforar el subsuelo marciano y buscar precisamente este tipo de entornos acuosos donde la vida podría persistir hoy en día.

Parece que Marte nos está diciendo que si queremos encontrar agua, no miremos hacia arriba sino hacia abajo, aunque con los precios actuales de la vivienda interestelar, quizás deberíamos considerar seriamente mudarnos a uno de estos sótanos marcianos.