La Comisión Europea presenta el plan ReArm Europe 2030, que busca movilizar 800.000 millones de euros para gastar en defensa. Esta propuesta incluye flexibilizar las reglas fiscales que rigen a los estados miembros, lo que les permitiría endeudarse más para financiar sus capacidades militares. El objetivo declarado es que Europa fortalezca su autonomía estratégica y su industria de defensa en un contexto geopolítico complejo.


El plan busca transformar la base industrial de defensa europea

La iniciativa no solo se centra en comprar equipamiento, sino que pretende reorganizar y potenciar la base industrial militar europea. Se quiere que los países colaboren más, eviten duplicar proyectos y desarrollen capacidades conjuntas. La Comisión argumenta que esta inversión es necesaria para que la Unión Europea pueda protegerse y actuar con independencia en el escenario global.

El debate fiscal genera controversia entre los estados miembros

La sugerencia de relajar las normas de déficit y deuda para gastar en defensa divide a los países. Algunos estados apoyan la idea porque necesitan modernizar sus ejércitos rápidamente. Otros temen que esto debilite la disciplina financiera comunitaria y genere desequilibrios económicos a largo plazo. La decisión final requerirá un difícil acuerdo entre todos los gobiernos.

Mientras algunos celebran el impulso a la industria, otros recuerdan que los presupuestos son finitos y que cada euro para tanques es un euro menos para hospitales o escuelas. El eterno debate entre cañones y mantequilla se actualiza en formato comunitario.