El robot Mantis, desarrollado por Robotnik, es un sistema móvil autónomo que combina una base con orugas y un brazo robótico articulado. Este diseño le permite desplazarse en interiores y manipular objetos de forma precisa. Su configuración le otorga una movilidad omnidireccional, lo que facilita maniobrar en espacios reducidos típicos de almacenes o plantas de producción. El brazo, con seis o siete grados de libertad, puede alcanzar y agarrar piezas desde diferentes ángulos. El sistema está pensado para ejecutar tareas de logística interna, como transportar componentes entre estaciones de trabajo o cargar y descargar palés.


Su capacidad para manipular cargas llega a veinte kilogramos

El robot puede levantar y mover pesos de hasta veinte kilogramos con su brazo robótico. Esta capacidad lo hace útil para manejar contenedores, cajas de herramientas o piezas industriales de tamaño medio. La base con orugas le da estabilidad al operar con estas cargas, incluso sobre suelos irregulares. Los sensores integrados y el software de control permiten que el brazo se mueva con precisión y evite colisiones. Esto asegura que manipule los objetos de forma segura y los coloque en la posición correcta.

Su diseño se enfoca en la autonomía en entornos industriales

El Mantis funciona de forma autónoma en entornos estructurados. Utiliza sistemas de navegación SLAM para crear mapas y localizarse dentro de un almacén o fábrica. Puede recibir órdenes de un sistema de gestión central para recoger y entregar materiales. Su brazo se programa para ejecutar secuencias de movimiento específicas, como insertar un componente en una máquina. Esta autonomía busca reducir la necesidad de que un operario realice tareas repetitivas de manipulación y transporte.

Aunque promete eficiencia, su presencia puede generar cierta inquietud entre los operarios humanos, quienes podrían percibir que un robot con orugas y un brazo articulado se acerca sigilosamente por el pasillo para robar su caja de herramientas favorita.