Riyadh Air, la nueva aerolínea de Arabia Saudita, planea operar como una compañía nativa en inteligencia artificial desde su inicio. La empresa, que aún no vuela, quiere integrar esta tecnología en cada parte de su funcionamiento. Esto incluye desde cómo gestiona sus operaciones hasta la forma en que interactúa con los pasajeros. Su objetivo es crear una experiencia de viaje más fluida y eficiente, usando datos y algoritmos para tomar decisiones.


La estrategia se basa en datos y automatización

La aerolínea quiere usar la inteligencia artificial para analizar grandes volúmenes de información en tiempo real. Esto le permite prever la demanda en rutas, ajustar precios dinámicamente y organizar el mantenimiento de sus aviones de manera proactiva. Para los viajeros, la tecnología podría personalizar ofertas, agilizar el proceso en el aeropuerto y resolver consultas a través de asistentes virtuales. La meta es reducir costos operativos y al mismo tiempo mejorar el servicio.

El proyecto forma parte de una visión económica más amplia

Riyadh Air no es solo una compañía aérea, es un pilar del plan Visión 2030 de Arabia Saudita. Este proyecto busca diversificar la economía del país y reducir su dependencia del petróleo. La aerolínea pretende conectar Riad con más de cien destinos internacionales para el año 2030. Su enfoque en tecnología avanzada refleja la ambición de posicionar al reino como un centro de innovación y conectividad global.

Aunque promete un futuro sin colas ni papeleo, uno se pregunta si el sistema sabrá dónde dejaron realmente esa maleta que nunca aparece.