Los hackers vinculados a Corea del Norte han sustraído más de dos mil millones de dólares en criptomonedas durante este año, según un informe de la empresa de análisis Chainalysis. Este monto supera en más de un cincuenta por ciento lo que se había robado en el mismo periodo del año anterior. Los fondos sustraídos por estos grupos constituyen la mayor parte de los aproximadamente tres mil cuatrocientos millones de dólares que la industria de las criptomonedas ha perdido por robos desde enero de 2025. La agencia de noticias Bloomberg difunde estos datos, que muestran una intensificación clara en las actividades delictivas atribuidas a Pyongyang en el ciberespacio financiero.


El volumen total de robos atribuidos a Corea del Norte

La cifra acumulada de fondos en criptomonedas que se atribuyen a Corea del Norte desde que se comenzó a llevar un registro alcanza al menos los seis mil setecientos cincuenta millones de dólares. Este dato evidencia cómo estas operaciones se han convertido en una fuente de financiación recurrente y de gran escala para el régimen. Los analistas señalan que estos grupos operan con un alto grado de sofisticación, explotando vulnerabilidades en protocolos de puentes entre blockchains y en servicios financieros descentralizados para desviar los activos digitales.

El impacto y los métodos de los ataques

Estos ciberataques no solo afectan a exchanges y plataformas, sino que también perjudican a proyectos individuales y a sus usuarios, erosionando la confianza en el ecosistema. Los hackers suelen usar técnicas de ingeniería social, malware y exploits de código para comprometer los sistemas. Después de robar los fondos, los grupos asociados a Corea del Norte emplean métodos complejos para lavar el dinero, usando mezcladores de criptomonedas y transacciones cruzadas en múltiples blockchains para dificultar el rastreo y la recuperación de los activos.

Parece que el minear criptomonedas con el poder de la fe juche era demasiado lento, así que optaron por un método más directo: el ciber-robo a escala industrial. Una lección práctica en economía planificada digital.