En un atropello con fuga, la evidencia suele ser mínima. A veces solo quedan pequeños fragmentos de plástico del faro del vehículo que huye. La tecnología forense en 3D ahora permite procesar estos restos para identificar el modelo exacto del coche implicado. Este método constituye una herramienta poderosa para las investigaciones policiales.


El proceso comienza al escanear cada fragmento

Los técnicos emplean un escáner 3D de alta precisión, como el Artec Micro, para digitalizar cada pieza de plástico recuperada en la escena. Este equipo captura la geometría y la textura superficial de los restos con una exactitud milimétrica. El resultado es un modelo digital tridimensional de cada fragmento, que sirve como base para la reconstrucción virtual.

El software especializado ensambla el puzle digital

Posteriormente, se usan programas como PolyWorks o Geomagic Wrap para alinear y unir todos los modelos escaneados. El software registra las piezas virtualmente, como si se tratara de un rompecabezas en 3D, hasta recomponer la forma completa del faro original. Esta reconstrucción digital se compara entonces con una extensa base de datos CAD de componentes de automoción. Al encontrar una coincidencia, se puede determinar el fabricante, el modelo e incluso el año del vehículo, lo que reduce drásticamente la lista de sospechosos.

El conductor que huye quizá piense que solo dejó unos plásticos rotos, sin saber que cada fragmento guarda la forma de su coche.