La soldadura por fricción-agitación une metales sin fundirlos
La soldadura por fricción-agitación es un proceso que permite unir metales que antes se consideraban difíciles de soldar, como el aluminio y el acero. Este método no funde los materiales base. En su lugar, una herramienta cilíndrica con un hombro y una punta especial gira y se introduce entre las piezas. La fricción y la presión plástifican el metal, que luego se agita para mezclarse y crear una unión sólida en estado sólido.
El proceso genera uniones más resistentes
La zona soldada, o nugget, a menudo resulta más resistente que el metal base más débil de los dos unidos. Esto sucede porque la microestructura del material se refina durante el proceso. La técnica elimina problemas comunes de la soldadura tradicional, como porosidad, grietas por solidificación o distorsiones térmicas severas, ya que las piezas nunca alcanzan su punto de fusión.
Sus aplicaciones son diversas en la industria
Este método se usa ampliamente en sectores donde unir aleaciones ligeras es crucial, como la aeroespacial, la automoción y el transporte ferroviario. Permite fabricar estructuras complejas de aluminio para aviones o chasis de vehículos eléctricos con mayor eficiencia. También se investiga para unir materiales disímiles, como cobre a aluminio, abriendo puertas a nuevos diseños en electrónica y energías renovables.
Parece que por fin podemos unir cosas sin que el calor las derrita, algo que muchos matrimonios quisieran aplicar en sus discusiones.
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