Sarcos Robotics desarrolla el Guardian S, un robot de inspección con forma de serpiente. Este sistema está diseñado para moverse por entornos confinados y peligrosos donde las personas no pueden operar de forma segura. Su cuerpo articulado y flexible le permite acceder al interior de tanques de almacenamiento, cascos de barcos o vigas en estructuras industriales. Para adherirse a las superficies metálicas verticales u horizontales, el robot emplea un sistema de imanes integrado en sus módulos. De esta forma, puede escalar y desplazarse mientras recopila información.


El sistema transmite datos en tiempo real desde el interior

La misión principal del Guardian S es recabar datos visuales y de sensores. Para ello, está equipado con cámaras y otros dispositivos de medición. Transmite vídeo en directo y lecturas de sensores a un operador remoto, quien supervisa la inspección desde una ubicación segura. Esto permite evaluar el estado de soldaduras, buscar corrosión o identificar grietas sin necesidad de preparar el espacio para una persona. El robot optimiza así los procesos de mantenimiento predictivo y reduce los tiempos de parada en instalaciones críticas.

Su diseño modular permite adaptarse a diferentes tareas

La arquitectura del robot se basa en módulos conectados que forman una cadena cinemática. Cada segmento tiene su propia unidad de potencia y capacidad de procesar datos. Este diseño modular facilita configurar la longitud del robot según los requisitos de cada inspección. Los algoritmos de control coordinan el movimiento de todas las articulaciones para generar un desplazamiento ondulatorio eficiente. La empresa busca que el robot opere de forma autónoma en rutinas predefinidas, aunque un operador humano puede tomar el control si es necesario.

Aunque su forma evoca a una serpiente, afortunadamente este robot solo muerde los datos que recoge, no al personal de mantenimiento.