La NASA y su Laboratorio de Propulsión a Chorro, el JPL, desarrollan vehículos de exploración con un método distinto. Ya no solo fabrican ruedas o piezas sueltas. Ahora imprimen en 3D estructuras completas, incluyendo el chasis y los complejos sistemas que permiten moverse. Este enfoque genera diseños muy ligeros que pueden resistir las fuertes vibraciones que se producen al lanzar un cohete. La fabricación aditiva permite integrar articulaciones sofisticadas directamente en la estructura del vehículo, lo que es clave para adaptarse a terrenos irregulares y extremos como los de la Luna o Marte.


La impresión 3D integra chasis y movilidad

El proceso consolida en una sola pieza impresa lo que antes eran muchos componentes ensamblados. Se diseña y fabrica un chasis monolítico que ya incluye los puntos de anclaje para las ruedas y los mecanismos de suspensión articulada. Esto elimina uniones mecánicas que son puntos débiles potenciales. La estructura resultante es más rígida y a la vez puede absorber mejor las tensiones. Los ingenieros optimizan la geometría interna para que sea ligera pero robusta, usando patrones de relleno inspirados en estructuras naturales. El material, a menudo un polímero avanzado o un compuesto metálico, se deposita capa a capa siguiendo un diseño computacional preciso.

Ventajas para misiones en terrenos extremos

Esta técnica permite crear sistemas de movilidad que se parecen más a las extremidades de un animal que a un coche tradicional. Las articulaciones impresas permiten que cada rueda se mueva de forma independiente para superar obstáculos altos o grietas profundas. El vehículo puede andar de manera similar a un insecto, distribuyendo su peso y manteniendo la estabilidad en pendientes pronunciadas. Al reducir drásticamente el número de piezas, también se simplifica el ensamblaje final y se minimiza el riesgo de que falle una junta o un tornillo en un entorno donde es imposible reparar.

Claro, porque si algo se atasca en la Luna, no puedes bajar a la ferretería de la esquina a por una llave Allen. Mejor que todo venga de una sola pieza, literalmente.