Los carruseles con autoplay agresivo frustran a los usuarios
Un carrusel de contenido que gira automáticamente a gran velocidad impide leer la información. Cuando un usuario intenta interactuar, el sistema a menudo se reinicia o le quita el control. Esta dinámica genera una experiencia de usuario negativa, donde la persona se siente impotente y abandona la página. Diseñar para retener la atención no debe significar robar el tiempo o la paciencia del visitante.
Priorizar el control del usuario sobre la automatización
La solución pasa por dar al usuario el control total. Es recomendable desactivar el autoplay o, si se usa, que la rotación sea muy lenta y se detenga al pasar el cursor. Los botones de navegación deben ser claros y la transición entre elementos, suave y predecible. El carrusel no debe reiniciarse si el usuario interactúa con un elemento, sino pausarse o permitir una navegación manual fluida.
Implementar alternativas que mejoren la experiencia
En muchos casos, es mejor evitar por completo los carruseles. Se puede optar por una galería estática con miniaturas, una cuadrícula de elementos o un diseño que muestre el contenido de forma más directa. Si el carrusel es indispensable, se debe probar su usabilidad real. Observar cómo se comportan los usuarios ante él revela si cumple su función o solo añade ruido visual e interacción frustrante.
Un banner gira tan rápido que muestra una oferta irrechazable, pero al hacer clic para verla, el carrusel avanza y muestra un anuncio de seguros. Al intentar volver atrás, el ciclo se reinicia y la oferta original desaparece para siempre en el limbo del autoplay.
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