Frequency separation retoca textura y color por separado
La separación de frecuencias es una técnica de retoque fotográfico que divide una imagen en dos capas. Una capa contiene los detalles finos, como las arrugas o la textura de la piel, que llamamos altas frecuencias. La otra capa guarda la información de color y las sombras generales, conocidas como bajas frecuencias. Este método permite editar la textura sin alterar el color y ajustar el color sin afectar los detalles, lo que resulta en un proceso no destructivo y más natural.
Cómo funciona el proceso de separar frecuencias
Para aplicar esta técnica, se duplica la capa de fondo dos veces. A la copia inferior se le aplica un desenfoque gaussiano para aislar la información de color y tono, creando la capa de bajas frecuencias. A la copia superior se le aplica un modo de fusión como Sustraer o Superponer para extraer solo los detalles finos, generando la capa de altas frecuencias. Al trabajar sobre estas capas de forma independiente, se pueden corregir imperfecciones en la textura con la herramienta de pincel de curación en la capa de altas frecuencias, mientras que en la capa de bajas frecuencias se igualan tonos de piel con un pincel suave.
Ventajas de usar esta técnica de retoque
La principal ventaja es el control independiente sobre color y detalle, lo que evita resultados plásticos o artificiales. Es especialmente útil en retrato y belleza, donde se busca suavizar la piel manteniendo su textura real, como poros y vellos. También permite corregir sombras y luces de forma uniforme sin crear parches. Al ser un método no destructivo, siempre se puede revertir o ajustar, preservando la imagen original.
Un error común es aplicar demasiado desenfoque en la capa de bajas frecuencias, lo que aplana completamente el volumen del rostro y hace que la persona parezca una figura de cera recién salida de un molde.
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