El juego abandona el estilo 2.5D de entregas anteriores y construye un mundo completamente tridimensional. Este cambio permite explorar escenarios amplios y llenos de vida que definen la nueva etapa de la saga. El motor gráfico que emplea es Unreal Engine, probablemente en su versión 4 o 5, lo que facilita procesar estos entornos extensos. El equipo desarrolla un estilo visual vibrante y colorido que mantiene la esencia de la serie.


El estilo visual emplea técnicas de cel-shading

Los gráficos usan un marcado cel-shading que refuerza la estética clásica de Mana. Los personajes muestran diseños expresivos y animaciones fluidas que realzan su personalidad. Los efectos visuales para la magia y los ataques especiales incluyen partículas brillantes y luminosas. Este enfoque artístico unifica todos los elementos en una atmósfera coherente y reconocible.

La tecnología potencia la jugabilidad y la exploración

El paso a un entorno completamente 3D afecta directamente cómo se juega y se explora. Los jugadores pueden navegar por terrenos variados con mayor libertad y perspectiva. El motor gestiona estos grandes espacios sin comprometer el rendimiento o la fluidez. Este avance técnico sienta las bases para las mecánicas de juego y las secuencias épicas que la saga planea ofrecer.

El desafío ahora es llenar todo ese espacio 3D con la misma magia que cabía en un sprite de 16 bits, pero sin perderse por el camino.