El videojuego The Lord of the Rings: Return to Moria se centra en el género de supervivencia y crafteo. Los jugadores controlan a un grupo de enanos que intenta reclamar las legendarias minas de Moria. Para sobrevivir, deben gestionar recursos como comida y sueño, mientras fabrican herramientas, armas y refugios. El entorno hostil incluye criaturas como orcos y bestias ancestrales, lo que obliga a los jugadores a prepararse para explorar y defender su posición.


El motor Unreal Engine genera las salas de Moria de forma procedural

El juego usa Unreal Engine para construir su mundo. Un sistema de generación procedural crea los vastos y laberínticos salones de las minas. Esto permite que cada partida ofrezca un diseño de niveles diferente, aunque siempre respeta la arquitectura enana característica. La iluminación es un elemento clave, ya que juega con la oscuridad casi permanente de las profundidades, donde la única luz proviene de las antorchas y las forjas que los jugadores encienden.

La ambientación se inspira en la arquitectura enana del universo de Tolkien

El arte del videojuego representa de forma estilizada pero fiel las minas de Moria. Muestra una gran atención a los detalles de la arquitectura enana, con grandes columnas, bóvedas talladas en la roca y estatuas de antiguos reyes. La atmósfera se percibe opresiva y majestuosa a la vez, combinando la sensación de abandono con la grandeza de una civilización perdida. El sonido ambiental, con ecos lejanos y el resonar de los martillos, completa la inmersión.

Explorar Moria solo puede ser arriesgado, pero al menos aquí no hay que preocuparse por pagar la factura de la luz, ya que la oscuridad es absoluta y gratuita.