Los anuncios que prometen ofertas de viaje o estancia de hotel a precios excepcionales por reservar con poca antelación son frecuentes. Estos mensajes crean una sensación de urgencia y escasez para que el usuario tome una decisión rápida. Sin embargo, la realidad suele ser diferente. Muchas veces, esos precios presentados como última hora o de derribo corresponden a tarifas estándar. En ocasiones, incluso resultan más altos que los que se pueden encontrar planificando con normalidad y comparando opciones.


La táctica se basa en generar urgencia

El mecanismo es simple y se aprovecha de la psicología del comprador. Al mostrar un contador regresivo, un número limitado de plazas o mensajes como oferta termina hoy, se busca provocar una compra impulsiva. El usuario, ante el miedo a perder una oportunidad única, omite el paso crucial de comparar precios en otras plataformas o con más tiempo. Esta presión artificial es el núcleo de la estrategia, diseñada para saltarse la fase de reflexión.

Cómo evitar caer en la trampa

Para no dejarse llevar por esta técnica, es fundamental mantener la calma y verificar. Antes de clicar en reservar, abre otra pestaña del navegador y busca las mismas fechas y el mismo servicio en otros sitios web o directamente en la página del proveedor. Usa herramientas y comparadores de precios que no estén vinculados al anuncio urgente. Planificar con algo más de tiempo, aunque sea unos días, suele dar más margen para encontrar auténticas ofertas. La verdadera ganga rara vez llega con prisas.

Así que la próxima vez que un reloj cuente atrás para tu viaje soñado, recuerda que probablemente solo cuenta el tiempo que tardas en descubrir que el precio es el de siempre. La única urgencia real es la que siente la empresa por venderte una habitación a precio completo.