Avalanche Studios desarrolla Contraband, un videojuego cooperativo que se ambienta en un mundo abierto inspirado en la década de 1970. El proyecto se anuncia como una experiencia diseñada para jugar en equipo, donde los participantes planean y ejecutan atracos. Su apartado visual busca un realismo estilizado, priorizando una atmósfera creíble pero con un toque artístico distintivo de la época. La jugabilidad se centra en la acción y la planificación dentro de un entorno persistente.


El motor Apex impulsa la física y la destrucción

El juego funciona con el Apex Engine, el motor interno de Avalanche Studios. Esta tecnología se especializa en crear mundos abiertos extensos y sistemas de física emergentes. En Contraband, el motor procesa la física avanzada de los vehículos y permite que los entornos sean destructibles durante las misiones. Esto significa que los jugadores pueden interactuar con el escenario y alterarlo de formas significativas mientras realizan sus golpes, lo que añade capas de estrategia y caos controlado.

La cooperación define la experiencia de juego principal

La premisa central del título es la cooperación entre varios jugadores para organizar y llevar a cabo atracos complejos. El mundo abierto sirve como escenario para estas actividades, ofreciendo libertad para explorar, preparar las misiones y enfrentarse a las consecuencias dinámicas. La ambientación de los años 70 no solo se refleja en la estética, con su moda y vehículos característicos, sino que también pretende influir en el tono y las narrativas que se desarrollan.

Así que, si siempre soñaste con revivir el espíritu de una película de atracos de los setenta con amigos, pero con la posibilidad de volar por los aires la fachada del banco porque calculaste mal la cantidad de explosivos, este podría ser tu juego.