La empresa Moley Robotics presenta un sistema de cocina totalmente automatizado. Este sistema se compone de dos brazos robóticos articulados que se instalan en el techo. Su función principal es preparar recetas de forma autónoma, desde el inicio hasta el final del proceso. Para lograrlo, el robot reproduce movimientos que un chef humano ejecuta previamente. Estos movimientos se capturan mediante tecnología de grabación en tres dimensiones. El sistema también puede limpiar la zona de trabajo una vez que termina de cocinar.


El sistema funciona mediante aprendizaje por demostración

La tecnología central se basa en la imitación. Un chef profesional cocina un plato mientras un sistema de cámaras y sensores registra cada uno de sus gestos con gran precisión. El robot aprende estos movimientos y los memoriza en su biblioteca digital. Cuando un usuario selecciona una receta, los brazos robóticos acceden a estos datos y los replican. Utilizan herramientas y utensilios de cocina estándar, como cuchillos y sartenes. Esto permite que el robot manipule ingredientes, los corte, los cocine y los sirva.

La autonomía del sistema incluye tareas de limpieza

Una vez que finaliza la preparación de la comida, el sistema inicia una rutina de limpieza. Los brazos robóticos pueden enjuagar utensilios, limpiar superficies y gestionar residuos. Esto completa el ciclo de trabajo sin necesidad de intervención humana. La interfaz de usuario suele ser una pantalla táctil o una aplicación desde la que se seleccionan las recetas disponibles en la biblioteca. La empresa plantea que este concepto puede integrarse en cocinas domésticas o en entornos de restauración.

Aunque promete liberar tiempo, algunos usuarios podrían extrañar el aroma a quemado que confirma que están cocinando, un detalle que, por ahora, la robótica no simula.