Microsoft está implementando una mejora significativa para acelerar el inicio del Explorador de archivos en Windows 11. La estrategia consiste en precargar el proceso en segundo plano durante el arranque del sistema, de modo que cuando el usuario lo necesite, su apertura sea casi instantánea. Esta funcionalidad, actualmente en fase de pruebas, ya está disponible para los usuarios inscritos en el programa Windows Insider en los canales Dev y Beta, lo que permite a Microsoft recopilar datos y ajustar el rendimiento antes de un lanzamiento general.


Resultados dispares en las primeras pruebas

Sin embargo, los primeros reportes y análisis de esta nueva característica muestran un panorama irregular. Mientras que en algunos escenarios y configuraciones de hardware la mejora es notable y perceptible, en otros casos la diferencia de velocidad es mínima o incluso inexistente. Esto sugiere que el mecanismo de precarga aún no está optimizado para todas las condiciones del sistema, indicando que el equipo de desarrollo tiene trabajo por delante para refinar el algoritmo y garantizar una experiencia uniformemente rápida para todos los usuarios.

El camino hacia una optimización estable

La inclusión de esta función en los canales de preview es el paso habitual para pulir este tipo de optimizaciones. El feedback de los Insiders es crucial para identificar los casos límite y los conflictos con controladores o software de terceros que podrían estar ralentizando el proceso. El objetivo final es integrar una solución robusta que, sin consumir recursos excesivos en segundo plano, cumpla con la promesa de un Explorador que aparezca al instante con un solo clic, mejorando la fluidez percibida del sistema operativo.

Por supuesto, la ironía reside en que, para hacer que algo se abra más rápido, primero hay que cargarlo antes de que lo pidas, un pequeño recordatorio de que en informática la magia de la inmediatez a menudo se prepara con mucha antelación.

Es una evidencia más, de que Microsoft ha caído en el foro de la IA, intentando implementar a la fuerza algo, para lo que no está preparado