El videojuego Neva se caracteriza por una identidad visual única que combina técnicas tradicionales con tecnología moderna. Su desarrollo emplea Unity como motor principal, permitiendo integrar ilustraciones 2D animadas manualmente con una ejecución técnica sólida. Esta base tecnológica facilita la creación de un mundo visualmente cohesivo donde cada elemento artístico mantiene su esencia orgánica.


Arquitectura técnica y flujo de trabajo

Unity funciona como el núcleo que coordina todos los elementos artísticos, desde la importación de sprites hasta la programación de comportamientos visuales. Los artistas trabajan con herramientas de dibujo digital para crear animaciones frame by frame que posteriormente se implementan en el motor. Este pipeline garantiza que las texturas pintadas a mano y los movimientos fluidos conserven su calidad original durante la integración.

Elección estética y paleta cromática

La dirección artística apuesta por una estética 2D con animaciones tradicionales que evocan calidez y emotividad. La paleta pastel dominante crea atmósferas suaves y oníricas, mientras que las animaciones detalladas en personajes y escenarios transmiten una profundidad emocional poco común. Cada secuencia animada se diseña para reforzar la narrativa, utilizando el movimiento como elemento expresivo fundamental.

Quienes piensan que animar a mano en la era digital es retroceder, claramente no han visto cómo Neva hace bailar los píxeles con más alma que muchos proyectos 3D hiperrealistas.